y tímida es la sonrisa de mi rostro
se poso el invierno ante mi vista
y mi voluntad se duerme en un sollozo.
Hay huellas de nieve en mi mirada
y anónimos se vuelven los recuerdos
al esperar que esta herida que se esconde
algún día se pierda incinerada.
Se rompen uno a uno los paisajes
y agonizan las notas de mi alma
al palidecer en el horizonte mi futuro
desapareciendo el sosiego y la calma.
Solo vacio reflejan mis pupilas
y del miedo se siente la derrota,
el mañana acuna mis desvelos
y fragmentada mi alegría se agota.