ESCUCHA
Calla, no hables tanto,
la palabrería es un arma letal.
Siente, escucha lo que la vida te dice.
ese viejo sauce, ese, no llora,
solo te susurra que el tiempo enseña
y no pasa en un vil letargo.
Quédate atento al ruiseñor que
con su aletear te grita que no hagas caso
a las guerras, que lo único que dejan es desolación.
mareadas de sangre, riadas de orfandad.
Mira la abeja que sedienta de su panal
canta solo inocencias y sueños por vivir.
No escuches a esos pocos demonios alados
que hipnotizan vidas sumiéndolas en el abismo
sepulcral de lo insólito,
olores putrefactos en gélidas paredes
que escucharon fuertes tonadas de armas asesinas.
Detén tus pasos, vislumbra solo lo simple
y maravilloso de la vida.
Escucha? Lo oyes?
Es el llanto de la vida.
Escucha, calla,
es tu hermano,
se su apoyo,
vívelo. Pues el mañana…
El mañana es hoy.
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