Salpicada tiene el alma de tristeza
y los poros llenos de temores,
gotitas de dolor corren con destreza,
alejando de su vida los colores.
Llega el invierno cubriendo de orfandades
la ruta inerte que deja el caminante,
solo germina a su paso soledades,
despojando de alegría su semblante.
Ayuda implora a la noche oscura,
pidiendo sosiego, desgastada,
posando en el infinito la mirada.
Añora un abrazo en su cintura
y la tibieza de una piel esperanzadora,
que traiga la paz con cada aurora.
Vicky ©